31 agosto, 2009

En más de mil puntos 
he negado al viento
su invitación
más que aquellos
en los que osé
vivirlo.

Hoy tengo huecos 
de luz
escondites velados
que se han querido dibujar
borrosamente
que se han bañado a ciegas
en un agua oscura.

Entrego mis letras
con sus obsoletas lanas
en la caída
abismal
donde su especie
ya no espera.

Adivino el comienzo helado
de la corteza 
que en mis ojos esconde
un tiempo ajeno
que separa
el adentro del afuera
como un umbral indistinto. 

Me olvido
los ojos
en los bordes de lo aparente
reconozco
un primer círculo allí
el de mis pupilas bautizadas.

Aviento las manos
secas
en el vapor subterráneo
donde se hinchan
de un eco 
que se adhiere a los poros.

Repongo mi aliento
con aire
en la tibia marea 
de rocas y palabras
donde unas pocas gotas 
se oyen. 

Escupo una suerte
de otro día
la observo con detenimiento
no la entiendo
son arrugas con detergente
o algo que se le parece
ya no sé
me duermo.

26 agosto, 2009

calmo jardín de tus tallos solo sos tus urgencias
me encuentro en las honduras de tu espacio
inicua tiranía vegetal, idea mia, ya no de piedra te veo
dormir las horas, dormir los puentes cuando avean
acaparar allí despacio nos dedos leudando la lis
y mareos y nube en un mar de humo, la niebla la mece el mareo 
-lejados tornillos inútiles o la seda vencida o la escarcha- 
pero tu voz emana un hondo azar sobre mis huellas deicidas
me aseo en la delgadez en tus días de hamaca que encuentro 
pura sed del iris delirante –de cracs- -de tajs- y de la arena ebria  
los inmensos embates diun vidrio al respirar adentro, entre los álamos
del asma emigrante que acuesto; del viaje de ensueños que nos leo.

"los deicidas huyeron al abrirse los cielos"

25 agosto, 2009

los pliegues zurcan la forma 
en la tela devanida, y la herrambre 
del fondo lacerante 
coteja su vanidad para la danza. 
unos se retiran de laide, lar de la 
escena venida en estilos 
otros asisten abúlicos sus partos faciales 
pero tú la pata expresad goteante 
como falta hilada, o no sea más que 
negrura quemando tus pistilos, tus partes 
arrotadantes en su grosor de lo orgo  
al entrar en la ligereza tardía  
aparto tu savia en la miríada más plana 
compongo lo que no, una tabula rasa 
donde tu mitad es algo más 
y coloco mis manos en el adagio del aire.

22 agosto, 2009

el eco natural de la colmena
entre los espejos
dirían
durante el calor escarado que
una prédica, la soñada
esa vista de lo ascético 
en el lago de todo
un lamento, uno 
repitiendo los mismos ecos
con el sol
con sus sombras
supurando las algas y los refucilos
del mar
un hito mínimo que...más:
en el fondo del oceano
lo asiduo es tu pelo.
Pequeñas manos
y giros
de metal y 
oblicuos también
hasta la superficie rota 
éste agua helada 
que mientras el espíritu 
o aquel que
en las efecias ondulares se manifiesta
corrigiendo el curso del vertig o azumien
diciendo, digo
-el sendero evadido
basta voracidad que he
de, demi no mismo (no
caminar
y lo
mismo.
El mismo paisaje
de aquel escritor que parecía rumano otra vez
no es que yo quiero inmiscuirme en las
palabras delegadas
o en otras cosas de un más allá
un mandato perestróico
enorme con
extrasolares gorjeas de pus galáctico
pa pa pa pa pa
tos o jaros o 
tos o jaros
no, no
no,
no es eso
no, es él
el dejar de escribir en un momento determinado
ese abismo:
ese vacío inmenso
y ese
cosquilleo
último.
Ese vacío 
en el que: 
envolver todo
todo esto 
así
en la comodidad 
de la piel y 
en mis ejes
y en cada una de mis hendiduras;
dibujo de aceite
polígono del daiano de
allá arriba, vete!
hetutela de sal dada al imperio
me evito el incendio de las pequeñas
llamas ciegas porque vés
también las manos han de ocultarse
al caminar
guaridas, cuevas, pozos úrdidos, coseos...
láminas de lo asqueroso
qué belleza
me das y te doy y cómo no verlo
ver la
soga esa raspa los
es decir, forma los cayos
la piel laburada y aparentando una sal
absoluta la veo y
giro 
y
sólo queda correr.

15 agosto, 2009

estatuas bloques de piedra disminuidos cagados a palos a martillazos bestias aislando lo necesario lo etereo una forma de postergar el contacto con la piedra en poses intentos estupidos por sostener una esencia una forma vaga en el tiempo estatuas en poses que desconocen el movimiento donde cada trozo de piedra que se elimina es una parte del movimiento que se descarta es una llave nunca hecha arrojada a lo más hondo de una pileta de sabanas limpias desde la fuerza ciega pestañas inanimadas berretas lagos impasibles al verso jinetes de sangre que entre los ojos se reconocen desde la fuerza ciega inanimada cerrandose nunca mas cruzando sus puertas pero con la fragilidad de un cuidado que no admite cayos no la llaga mental más grande ha de verse oscurecida encorvada con dedos que suavemente imitan un retoño la mueca ideal para verse pero al mirar atrás ya oscurecida sin el tiempo sin nada solo en botes espesos lentos negros incapaces de batir la niebla que quema la carne en patadas enfermas de sangre donde no hay espejos no se hallan los campos no los senderos mínimos que irían a la no a la sangre no encontrarse ya en los ojos estirados ya como poner un sello de tinta borroneada no tan firme nunca firme ladera interior esquivando ser a si ser lo que así ser lo que no lo que ya no y no lo que ya no ladea lo que no es nada y que no es nada mas ya no es lo que ladea porque el esmero donde no hay espejos donde no hay puertas que no te veo o que nunca entonces lo vi si al cabo espero creciendo de sangre esperarme vacio el espacio desde el cual saltar hacia que otro vacío nunca visto muerto de arranque no avanza en el tiempo como los semaforos que tiritando en colores preprogramados más puros mientras menos imprevistos y que avanzar y detenerse en el tiempo doblar a la izquierda la derecha la infracción hecha y la multa que cae pero los semaforos no ven desde lo inmovil de sus ojos y su ceguera de colores ni siquiera allí al par allí al lado porque avanzar y detenerse en el tiempo el amarillo del semaforo el de la perpetua duda que se consume a si mismo ni bien nace y el camino rojo o verde que ven al otro que no puede existir sin empezar a morirse y desvanecerse sobre otros que son mas fuertes y lo absorben y que lo apresan para siempre lo esconden lo encogen dedos vacíos que lamen secos cualquier superficie cualquiera sea sin importar nada solo volverse ciegos es imposible el calor que revuela porque alla en el fondo ha sido prohibido y los parches y los cuellos que no giran y no giran porque son de estatua