Qué estaba buscando. Al soporte. No es que lidiara con la busqueda por causa mayor de coherencia: sin pronunciar palabras se me había presentado como un techo contrahecho.
Dónde declina el arranque. En un bamburrio de impurezas anudadas, de vueltas que se injurian los tallos al completarse. Nace inmenso escribir en tus hojas, es un renglón y me decanta la cabeza; aspira colonizar mi verborragia con sus dos rayas. Es un renglón. En tono se ladea, se empacha y avinagra, circunvala lo tenso y enfermo. Y desaparece porque existe mucho, porque todo renglón es parte de otro renglón.
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