30 enero, 2008

no es importante
(instante ábrido
su columna estanta que
es no más eses
escribir hayas)
más que su misma cabeza

02 enero, 2008

macrobio

¡Remolachas! – encuentro más cercano entre un insulto y su habla. En su hibierno era la mala palabra ya reina y dictadora; la única verdaderamente soberana entre sus compañeras gobernantes de ajenas cabezas lejas. Todo nervio despuntaba ciego en esa beta vulgar(is): en el encuentro con su seso encarnaba todo un insulto(y su madre) - la falta de práctica porque solo la utilizaba en memorias con la boca cerrada, o algún percance casero de grito muerto.

Pero ser y estar, ayer vistió el par como tales(males verbales) ya era su voz la que se había trastornado (por la pantomima,) claro. Fumigando el cuarto, el cuarto cigarro, de la noche, de su mano, antehoy, de sus vidrios salía espuma por los poros y adentro en viña decantaba aterida. Elidió el ido en sus últimas manos se dio el gusto de sacarse los ojos al ritmo de la ( muchos ojos ) de la melodina.

Hoy ensunido estuve girando en su mesa, entre tanto esfero hasta un verdulero o un teólogo prestos a derretirse en voz. Soy carpintero, inmirable, en la madera, no me oirán morir ni en un pero.